Se ha intentado crear la idea de que los incidentes han sido cuidadosamente preparados por grupos anarquistas y antisistema para forzar la dimisión del presidente griego. Sin embargo, y aunque se ha constatado la coalición de numerosos dirigentes antiliberales en las protestas, el presidente Karamanlis continúa gobernando y comienza a destaparse el verdadero trasfondo del problema: la sociedad europea, y en especial la juventud, empiezan a estar muy disconformes con las políticas actuales que sólo les han llevado al paro, o a trabajos temporales no cualificados en el mejor de los casos, la imposibilidad de acceder a una vivienda y a la emancipación del hogar familiar. No queda más que recordar a los pequeños empresarios, arruinados por los altos costes y la voraz competencia de las grandes empresas. Las protestas violentas se han extendido, en consecuencia, a Roma, Copenaghe, Moscú, y con sonados disturbios en Madrid y Barcelona.
… recoge tempestades
Los graves incidentes que se han producido son el fruto del fracaso las modernas políticas económicas globalizadoras; el liberalismo sin freno, el capitalismo salvaje, el mercado global que durante tantos años ha alimentado el poder de la civilización occidental ha puesto en evidencia a las mentes pensantes de la UE y Estados Unidos. Aunque gran parte de la población (occidental) ha conseguido acomodarse como clase media, poco a poco se han ido distanciando los distintos estamentos sociales que, como en la Revolución Industrial, vuelven a depender de su estatus económico, su poder adquisitivo y, por supuesto, de su relación con los medios de producción: en España el paro puede alcanzar el 20% de la población activa (cerca de los 3.000.000 de desocupados), y los planes económicos de rescate han recaído solo en la banca (en España 15.000 millones y se espera la aprobación de otros 200.000 millones de euros a nivel europeo).
Grecia solo es el primer país cuyo descontento social se ha acentuado con la crisis económica mundial. Muestra los síntomas de la enfermedad que padecen los demás sistemas: exportaciones muy por debajo de las importaciones, inflación elevada, brusca reducción del crecimiento económico y encarecimiento de los préstamos y los productos (carestía de la vida), entre otros factores. La imposibilidad de ahorro por parte de esta decadente clase media (que vive subyugada a los pagos hipotecarios y a los bajos salarios), ha sido la fosa que ha cavado el propio sistema: los bancos no reciben capital del ahorro, el consumo se frena y, con ello, toda la actividad económica tal y como la conocíamos hasta ahora.
Interpretaciones de los principales diarios griegos: http://www.eurotopics.net/es/presseschau/aeltere/NEWSLETTER-2008-12-11-Crisis-politica-en-Grecia
Fuentes:
Roma, Copenhage, Madrid y Barcelona